Desde su creación al final de la Segunda Guerra Mundial, la ONU se ha afirmado como uno de los pilares de la nueva gobernanza mundial de la posguerra. Podemos decir incluso que, en el plano institucional, la Organización de las Naciones Unidas constituye el pilar de la gobernanza mundial, puesto que ninguna otra organización internacional puede competir con ella, tanto a nivel de tamaño como de legitimidad o ambiciones. Hoy en día, más de sesenta años después de su creación, mientras el largo período de la guerra fría empieza a convertirse en un lejano recuerdo y una nueva arquitectura geopolítica debe diseñarse imperativamente, ¿cuál puede ser el papel de la ONU? Esta pregunta, sencilla y compleja a la vez, aparece regularmente en el centro de los debates sobre la nueva gobernanza mundial. Intentaremos pues, en este breve ensayo, aportar algunos elementos de respuesta.
Nuestra crítica de la ONU estará necesariamente marcada por cierta dosis de subjetividad, tanto más cuanto que el tema tratado implica hacer presuposiciones sobre el futuro, ese futuro que, como todos sabemos, aún está por escribirse. Por otra parte, el objetivo de este “documento para el debate” no radica tanto en resolver definitivamente la problemática de la ONU, sino en iniciar un debate que, esperamos, sea fecundo.
Para acompañar este ensayo, Stéphanie Ah Tchou ha preparado un dossier en forma de fichas y entrevistas que tratan temas específicos relacionados con la ONU, particularmente sobre su funcionamiento o, por ejemplo, su financiamiento. Dichas fichas tienen por objeto permitir que el lector acceda rápidamente a informaciones y reflexiones sobre las Naciones Unidas y prosiga con los links si desea profundizar sus conocimientos (en francés).