La mundialización implica la aparición y el desarrollo de los bienes públicos mundiales. El principal problema dentro del sistema económico internacional actual de gobernanza sin gobierno es que no existen medios eficaces para reunir los recursos necesarios y la financiación de estos bienes públicos mundiales. La necesidad de las instituciones internacionales como el FMI, el Banco mundial y la OMC nunca ha sido tan grande, pero la confianza que se las ha otorgado nunca ha sido tan débil.
La mundialización se desarrolla, y de ahí resulta una mayor integración de los países del mundo que, de resultas, se van acercando unos a otros. Este acercamiento, posible gracias a la reducción de los costes de transporte y de comunicación, así como a la eliminación de numerosos obstáculos institucionales, convierte la problemática de los bienes públicos mundiales y de las externalidades adyacentes en un asunto mucho más central. A medida que esta economía mundial se afianza, la necesidad de una acción colectiva se hace cada vez más urgente.
No obstante, para que se lleve a cabo, esta acción colectiva exige unos mecanismos de tomas de decisiones, que podríamos denominar «gobernanza». Ahora bien, el sistema internacional desarrollado a este efecto desde hace décadas es un sistema de gobernanza global sin gobierno global.
Como consecuencia de esta afirmación, Stiglitz señala dos principales problemas:
Las instituciones financieras internacionales son incapaces de regular los fallos decisivos del mercado, y se mantienen como organizaciones opacas y poco democráticas. En efecto, algunos bienes públicos mundiales deberían producirse y distribuirse a las poblaciones, pero la realidad es que no se hace, y algunas externalidades globales deberían tenerse en cuenta, pero eso tampoco ocurre.
En cambio, se suele utilizar el escenario internacional para buscar soluciones a los problemas que no tienen ninguna relación y que los protagonistas de estas instituciones intentan resolver de manera opaca y encubierta, lo que precisamente no podrían hacer en un marco democrático nacional. Y, sin embargo, no ha sido siempre así.
El autor preconiza un nuevo sistema de reservas mundiales, similar a la respuesta propuesta por Keynes en los años 1940, que permitiría hacer frente a la inestabilidad financiera.
Fuente :
_ Inglés - página de Stiglitz en la Universidad de Columbia
_ Francés (traduccion parcial del original) - Centre de recherche en économie de Sciences Po - Observatoire Français des Conjonctures économiques
Cita : Stiglitz, Joseph E., Global public goods and global finance : does global governance ensure that the global public interest is served? In : Advancing Public Goods, Jean-Philippe Touffut, (ed.), Paris 2006, pp. 149/164.