Por Jean Rossiaud
Querid@s amig@s del FnGM,
En nombre de todo nuestro equipo, me gustaría hacerles llegar nuestros mejores deseos con cariño y amistad para 2015. Este año hace falta más solidaridad y amistad, empezando por nosotros mismos, los que compartimos estos valores tan fundamentales para el buen vivir y el vivir bien. 2015 será un año caliente en el frente del clima y de la defensa de la paz, de la democracia y de los derechos humanos y sociales, en estos tiempos de guerra.
Los llamamientos para reforzar la gobernanza mundial surgieron al final de la guerra fría, con la esperanza de que era posible avanzar rápidamente hacia la democratización del sistema internacional. Lo que se abrió en el verano de 1989 empezó a cerrarse a partir de la reacción al 11 de septiembre de 2001. Es una etapa que ya concluyó. Pero actualmente no estamos en una nueva “guerra fría” como afirma Mijail Gorbachov o cómo insinúa Henry Kissinger; la Guerra Fría se basó principalmente en el equilibrio del terror. Hoy en día, el terror perdió el equilibrio (la proliferación nuclear no es una buena noticia), por así decirlo, y con él lo perdieron también las sociedades, cuál gigantes de barro.
¡Nada de eso! nos encontramos más bien, hoy en día, según mi parecer, en algo que se parece más a una “guerra mundial” (una tercera, más cercana a la primera que a la segunda). A menos que hayamos entrado en la primera guerra civil planetaria, cuyo desafío es el establecimiento de un poder democrático mundial, frente a un monstruo de dos cabezas que se descuartiza a sí mismo: por un lado, las potencias imperialistas surgidas de los siglos XIX, XX y comienzo del XXI, y cuyo objetivo sistemático es hacer añicos la humanidad y el planeta para repartírselos; en segundo lugar, los movimientos reaccionarios que idealizan un pasado remoto y abogan por un retorno a formas comunitarias premodernas, es decir, sin estado de derecho, sin democracia y sin derechos humanos.
Querid@s amig@s
Habrá un antes y un después del 7 de enero de 2015 para la sociedad civil y los movimientos sociales en Europa, y tal vez incluso en el mundo, tal como ocurrió el 11 de septiembre de 2001. El ataque contra Charlie Hebdo es un atentado contra la libertad y un ataque contra la humanidad (nuestra humanidad). Se ha vivido en Francia, en Europa y más ampliamente en el mundo como una conmoción que no dejará a nadie indemne por muchos años.
El espíritu de guerra se expande por Francia y por Europa, de la misma forma como lo hace en otros numerosos lugares del planeta desde hace diez años. Las repercusiones de los atentados, en Níger, en Turquía, en Chechenia, estos últimos días, parecen demostrar que estamos en presencia de un evento de alcance planetario. En Europa vamos a entender mejor lo que decenas de millones de personas sienten emocionalmente a nivel cotidiano: vivir con la tristeza (el duelo por la final de la imprudencia), la ira (la quemadura permanente y persistente de la indignación y de la revuelta), y el miedo (el cual nos hará falta reconocer, para poder afrontarlo y superarlo juntos). Empezamos a votar fondos de "seguridad" (léase fondos de guerra) frenéticamente. En la zona del euro, la relajación cuantitativa, un fondo de 60 millones de euros al mes ofrecido por el BCE a los Estados contribuirá también sin duda a esta orientación bélica.
En este nuevo contexto, que no nos favorece, vamos a seguir avanzando hacia la utopía concreta de una Gobernanza mundial democrática y descentralizada, responsable, justa, inclusiva y sostenible, sin dejar de participar en la construcción de un movimiento ciudadano mundial, capaz de concebir lo "global" a partir de un enraizamiento profundo en las luchas y las prácticas locales, que sin embargo hace falta sobrepasar. Pero las condiciones para la emergencia y la construcción de un movimiento de este tipo son por definición muy diferentes en "tiempo de paz" que en "tiempo de guerra", especialmente la composición social del movimiento y su estrategia. De hecho, la primera que se ve amenazada cuando se establece este "espíritu de la guerra", es la sociedad civil organizada, sobretodo la que está financiada por fondos públicos de los gobiernos que veían ciertas ONG como “aliados objetivos” para desarrollar sus propias políticas a un menor coste. Un segundo elemento que aparece con el aumento de la cólera y la resistencia a la tristeza y al miedo, es la radicalización de las personas en los movimientos contestatarios. Estos dos fenómenos van a cambiar la fisonomía de los movimientos. La restricción de las libertades públicas también va a reconfigurar la estrategia de los movimientos. Por último, el pensamiento crítico – cuando está empañado por las emociones (tristeza, ira, miedo) - va a encontrar enormes dificultades para ser original y relevante. Su presencia retrocederá por doquier.
En el Foro por una nueva Gobernanza Mundial, nuestra primera orientación de "think tank" independiente nos permite jugar un papel fundamental en la articulación de principios universales y de pensamientos singulares; nuestra segunda orientación (más reciente) de "do thank " puede permitirnos jugar también un papel fundamental en la articulación de redes y movimientos que se integren nolens volens en el marco de un movimiento ciudadano mundial que tratamos de co-construir. He aquí una primera contribución (en cuatro idiomas), que os animamos a comentar.
Según mi experiencia, estas misiones (especialmente la segunda) se pueden lograr si estamos involucrados personalmente en movimientos y movilizaciones locales, que nos dan la legitimidad para participar en coordinaciones y federaciones internacionales de movimientos, en las que podemos y debemos jugar nuestro papel de articuladores. Concretamente, os propongo que nos encontremos en Túnez, durante el Foro Social Mundial, para unir nuestros esfuerzos en la articulación entre el World Citizens Movement (una iniciativa de las grandes ONG transnacionales, promovida por el proyecto DEEEP de CONCORD) y redes más "populares" del Foro Social Mundial, por un lado, así como por otro lado entre éstos y los movimientos de transición (especialmente el movimiento ALTERNATIBA) que en la actualidad son los mejores exponentes del translocalismo.
En 2015, nuestra fuerza dependerá de nuestro compromiso con un proyecto común que vamos a ser capaces de construir y promover juntos. Os envío de nuevo mis mejores deseos de felicidad para vosotros y los vuestros, ¡una felicidad insolente a modo de guiño a Charlie!
Un fuerte abrazo,
Jean Rossiaud
coordinador FnGM