Por Arnaud Blin
La próxima cumbre de Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible se celebrará en Rio de Janeiro en 2012, 20 años después de la cumbre histórica de 1992. Según los organizadores, la cumbre tiene por objetivos: garantizar la renovación de los compromisos políticos con el desarrollo sostenible; evaluar los avances hacia los objetivos acordados a nivel internacional sobre el desarrollo sostenible y destacar los desafíos nuevos y emergente. La cumbre tratará igualmente dos temas específicos: una economía verde en el contexto de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible, y un marco institucional que favorezca el desarrollo sostenible.[[http://www.earthsummit2012.org]]
Después de 20 años de éxitos parciales e insuficientes por un lado, y de una reconfiguración de la geopolítica mundial del otro con nuevos factores como el terrorismo y las potencias emergentes, este documento es una invitación al lanzamiento de una dinámica ciudadana para despertar la consciencia y el sentimiento de una comunidad mundial de actores capaces de hacer entender la voz ciudadana hacia Rio+20 y más allá, en la transición hacia un mundo sostenible
Esta dinámica puede constituir la fase preparatoria ciudadana del encuentro Rio+20.
Río 92 supo plantear perfectamente los ejes esenciales del problema, pero esa no era sino una etapa, fundamental por cierto, dentro de un proceso de largo aliento que todavía hoy recién está en sus primeros pasos. Desde esta óptica, Río+20 es otra etapa, y es importante no ver en ella, como sucedió en Copenhague, un momento decisivo para la humanidad, una suerte de todo o nada donde el porvenir del planeta se juega en el espacio de algunos días.
Para lanzar esta fase preparatorio, los autores de esta invitación están proponiendo entre otros la elaboración de cuadernos de propuestas, encuentros en los cinco continentes, la organización de un seminario internacional preparatorio en noviembre de 2011 y el lanzamiento de una plataforma interactiva