Nyéléni fue la inspiración para el nombre del Foro para la Soberanía Alimentaria en Sélingué, Malí. Nyéléni fue una campesina maliana quien trabajaba en el campo y alimentaba bien a su pueblo – simbolizó la soberanía alimentaria por su trabajo duro, su innovación y por haber cuidado a su pueblo. Los participantes que se reunieron en Nyéléni 2007 fueron y representaron a campesinos, pastores, pescadores, pueblos indígenas, obreros migrantes, mujeres y jóvenes. Son proveedores de alimentación listos, capaces y dispuestos a alimentar a todos los pueblos de todo el mundo. Este documento es la declaración final después de cuatro días de discusiones.
La mayor parte de los delegados fueron proveedores de alimentación listos, capaces y dispuestos a alimentar a todos los pueblos del mundo. Consideran que su herencia como productores de alimentación es esencial para el futuro de la humanidad. Esto vale especialmente para las mujeres y los pueblos indígenas, quienes son creadores históricos de conocimientos sobre de la alimentación y la agricultura, a los que no se le da el valor necesario. Se está amenazando esta herencia, y nuestras capacidades de producir alimentación saludable, buena y abundante las están destruyendo el neoliberalismo y el capitalismo mundial. La soberanía alimentaria nos da esperanza y poder para conservar, recuperar y construir sobre la base de nuestros conocimientos y capacidades en el ámbito de la producción alimentaria.
La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a una alimentación saludable y culturalmente apropiada producida con métodos ecológicamente legítimos y sustentables. Defiende los intereses y la inclusión de la próxima generación. Ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el sistema actual de comercio corporativo y de alimentación, y direcciones hacia sistemas de alimentación, de agricultura, pastorales y de pesquerías que estén determinados por productores y usuarios locales. La soberanía alimentaria promueve un comercio transparente que garantice ingresos justos a todos los pueblos así como los derechos de los consumidores a controlar su alimentación y nutrición. Garantiza que los derechos de usar y gestionar tierras, territorios, aguas, semillas, ganado y la biodiversidad están en las manos de aquéllos de nosotros quienes producimos la alimentación.
Trabajando con la comunidad local en Sélingué para abrir el sitio del encuentro Nyéléni, se comprometen los delegados a construir nuestro movimiento colectivo para la soberanía alimentaria forjando alianzas, apoyando sus luchas mutuamente y extendiendo su solidaridad, sus fuerzas y su creatividad a los pueblos de todo el mundo que estén comprometidos con la soberanía alimentaria.