Por Germà Pelayo
¿Están justificados los bombardeos de la OTAN en Libia? Estas acciones, que pretenden acompañar el avance de las tropas rebeldes y neutralizar a Gadaffi, con el supuesto objetivo de ahorrar víctimas civiles, están causando el efecto contrario al esperado, pues están alargando la guerra indefinidamente.
Que la sociedad esté una vez más obligada a elegir entre dos males, las dictaduras nacionales realmente existentes y el intervencionismo atlantista (y eventualmente el de otras potencias en el futuro), no es una buena noticia.
¿Para cuándo unas tropas de intervención rápida, regionales o internacionales, no condicionadas por los intereses económicos de los países que aportan efectivos? ¿Para cuándo una legislación internacional efectiva para bloquear a los gobiernos que no respetan los derechos humanos? ¿Para cuándo al menos una ética de la guerra de signo pacifista y humanista, que inspire los códigos militares de todos los países? ¿Cómo evitar que la sociedad se vea obligada de nuevo a elegir entre dos males, en Siria, en Yemen, o más allá?
En este dossier presentamos algunas propuestas y reflexiones relacionadas con la resolución de conflictos, la ética de la guerra y la situación geopolítica internacional actual, con motivo de la deriva violenta, en algunos países, de la ola de revoluciones de 2011. En primer lugar, Barkawi nos recuerda
la tendenciosidad de las instituciones de la gobernanza mundial aún existente, concretamente el TPI: en ellas la primacía de los intereses occidentales deslegitiman sus acciones y erosionan la confianza de otras regiones del mundo.
A continuación con Vulliod nos adentramos en un análisis del resentimiento, fuerza motora de la mayoría de conflictos armados. Entre las propuestas para desarticularlo el autor habla del reconocimiento público y la reparación de las injusticias, así como de la necesidad de desarrollar una ética de la política. Esta nueva ética debe basarse, según el seminario de Iquique sobre el resentimiento, compilado por el equipo del FnGM, en la premisa siguiente: los seres humanos formamos parte de un mismo universo y estamos interconectados: debemos dejar de ver al otro, al que es diferente (por cultura, geografía, religión, género, edad...), como enemigo, como inferior o como amenaza. Los autores establecen un conjunto de propuestas en los campos de la ética, la política, la necesidad de diálogo, el territorio, la capacidad asamblearia, la integración regional... entre otros.
Bachelet ha elaborado, por su parte, un conjunto de propuestas para repensar el intervencionismo y la acción militar, que abarcan desde la coordinación internacional entre los actores legítimos de una gobernanza mundial más justa, pasando por la creación de códigos militares de inspiración pacifista y humanista y la creación de una fuerza internacional permanente. Pero ¿desde dónde puede llegar el cambio? Tal vez desde uno de los corazones ideológicos del sistema: los jóvenes norteamericanos se están oponiendo al intervencionismo militar de su país en campañas de denuncia del reclutamiento del ejército en las universidades y en los suburbios, tal y como nos explica la joven de 15 años Karlee.
Las leyes de la guerra se definieron para conflictos tradicionales entre ejércitos europeos establecidos, y no para grupos insurgentes. Más tarde, Occidente y Naciones Unidas han usado la fuerza para "proteger civiles". Se puede decir que han estado usando "escudos humanos" para cubrir su intervención militar. La idea de lo que es "civil" depende de la asociación entre los conceptos de inocencia y de no intervención en el combate (...) leer más (en inglés) (fuente: Aljazeera)
El resentimiento se encuentra a lo largo de toda la historia, y se transforma en función de la evolución de las formas de organización humana extendiéndose desde los conflictos hacia las estructuras de poder. Es un fenómeno individual y también colectivo, que puede confrontar dos individuos o dos civilizaciones. Así, se puede observar a la luz de la historia qué contextos son propicios para el desarrollo del resentimiento (...) leer más
Hablar de resentimiento, sin entrar en las complejas dimensiones que esta palabra evoca, es complicado. Tocar el tema es delicado. Se presta para malentendidos, saca a flote sentimientos confusos, contradictorios. En este encuentro, optamos por develar aquellas cuestiones que están en la base, a menudo oculta, de las relaciones entre los países y los pueblos. (...) leer más
De todos los peligros que afronta la humanidad en este comienzo del siglo XXI, no cabe duda de que el más grave es el que pesa sobre su propia supervivencia. Desde fines del siglo pasado hemos entrado en una fase de transición en la que varias crisis van sucediéndose e intrincándose: una crisis financiera, acompañada por una crisis económica que afecta a franjas enteras de los sistemas bancarios e industriales (...) leer más
Una epidemia se propaga por todos los institutos norteamericanos. Los jóvenes se insriben en el ejército por miles, sintiendo una especie de obligación de servir a su país. El 11 de septiembre sirve a menudo de justificación de este sentimiento. No tenemos ninguna obligación de luchar en guerras que empezaron cuando a penas podíamos entender el significado de estas acciones que usaban tácticas monstruosas y provocaban la muerte de millones de inocentes. Nuestra única obligación concierne el futuro de la humanidad (...) Leer más (en inglés) La campaña ¡El mundo no puede esperar! en español
Por Germà Pelayo