Por Rolf Künnemann
La Renta básica de alimentación es un pago universal incondicional otorgado por el estado a cada miembro de la sociedad, y suficiente para cubrir las necesidades elementales de alimentación. No es un nivel de ingreso mas un programa de estado, por definición. El ingreso mínimo describe cierto nivel de ingreso, pero puede no ser suficiente para proporcionar acceso a la alimentación. La Renta básica de alimentación es una idea innovadora. Los programas de estado pueden introducir “formas inteligentes” de destino.
De hecho, cómo se debe garantizar el derecho humano a la alimentación a hogares no en posición de alimentarse - aún cuando hubiese más empleo. El paradigma de desarrollo normal corre el riesgo de pasar por alto a 50 por ciento de los hambrientos y desnutridos puesto que se concentra principalmente en problemáticas de productividad y de trabajo salarial.
La libertad y los derechos humanos no funcionan sin un compartir institucionalizado de los ingresos. El derecho de los hambrientos a conseguir alimentación lo más pronto posible también ha estado casi ausente de los debates sobre los derechos humanos, aunque sea crucial para un gran porcentaje de hogares desnutridos. Este documento busca presentar argumentos a favor de un Renta básica de alimentación como obligación de estado bajo el derecho a la alimentación.
En las dos primeras secciones se analiza el derecho humano a la alimentación. El cumplimiento entero del derecho a la alimentación (compromiso emprendido por los Convenios de Derechos Humanos) significa que la alimentación ha de garantizarse individualmente. Las políticas y programas que de algún modo “estadísticamente” mejoran la seguridad alimentaria para los pobres son útiles mas insuficientes: no hacen el trabajo. Los derechos humanos no son “estadísticos” sino concebidos para establecer garantías legales individuales con remedios judiciales. Aquí es donde la mayoría de los programas fallan.
En la tercera sección, La Renta básica de alimentación se presenta como programa de ingreso mínimo con “destino inteligente”, mostrando que un Renta básica de alimentación no sólo es más eficaz sino también más eficiente que programas comparables. Se insiste en la gran importancia de un Renta básica de alimentación para luchar de manera inmediata contra la opresión y la explotación de la mujeres. El miedo de costos exorbitantes del programa es una de las vacilaciones claves alrededor dLa Renta básica. La viabilidad financiera de programas de Renta básica de alimentación – incluso en países de bajo ingreso – se demuestra en la sección 4.La última sección se dedica entonces a volver a preguntar: Renta básica de alimentación: ¿opción u obligación?
Fuente: FIAN International
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